La Osa

¿Cómo elegir el vino perfecto?

Hay muchas maneras de clasificar los diferentes tipos de vino. La más común, y así están casi siempre desplegados en las tiendas y supermercados, es por su color: tinto, blanco o rosado. Sin embargo, su milenaria historia como bebida y su amplia diversidad y riqueza en elaboración, esconde una realidad compleja que bien merece ser conocida. Los cooperativistas de LA OSA nos solemos preocupar por conocer de dónde salen los alimentos que consumimos, cómo se hacen y en qué condiciones. En este artículo, intentaremos resumir los diferentes tipos de vino que hay en nuestro querido supermercado en función de la manera en que han sido cultivados y elaborados.

Vinos convencionales: la evolución de una industria

Los vinos industriales, también conocidos como vinos convencionales, se caracterizan por su producción a gran escala, utilizando maquinaria moderna y métodos estandarizados. El objetivo principal es obtener un producto final de calidad a un precio accesible para el consumidor.

En este proceso, la uva crece en vides a las que se les aplica pesticidas para evitar el riesgo de plagas. Los vinos fermentan en tanques con temperatura controlada, se usan aditivos y elementos como levaduras seleccionadas, clarificantes, estabilizantes, sulfitos e incluso correcciones del sabor a través de filtros, con el fin de garantizar un producto final que cumpla con lo que los paladares esperan ¿Te has preguntado alguna vez por qué algunos vinos saben igual año tras año si cada temporada el clima y por tanto la uva es diferente? 

Algunos ejemplos de vino convencional bien rico y a buen precio en nuestro supermercado son:

Vinos ecológicos: respeto por el medio ambiente

Los vinos ecológicos, también conocidos como vinos biológicos, se elaboran siguiendo las normas de la agricultura ecológica. Esto implica un compromiso con el ecosistema local en el que se establece el viñedo, evitando el uso de pesticidas químicos, herbicidas y fertilizantes sintéticos. Se promueven métodos naturales para el control de plagas y enfermedades, como lo son las propias gallinas, picoteando entre las parras, así como el uso de abonos orgánicos para nutrir la tierra y las plantas.

Tras la vendimia y ya en bodega, los vinos ecológicos normalmente usan también aditivos y técnicas modernas, tales como las levaduras seleccionadas y los sulfitos, pero generalmente en cantidades limitadas y controladas. El objetivo principal es obtener un vino de calidad que pueda competir con el convencional, pero que respete el medio ambiente y las prácticas tradicionales de cultivo. El impacto positivo más importante de este tipo de vino es la preservación de la biodiversidad del entorno del propio viñedo.

Algunos ejemplos de vino ecológico en LA OSA que no te puedes perder son:


Vinos naturales: intervención mínima y expresión pura del terroir

Los vinos naturales, también conocidos como vinos de intervención mínima, se elaboran con la filosofía de que el vino debe ser una expresión pura de la tierra en la que la cepa crece, sin manipulaciones excesivas. Esto implica una elaboración artesanal y respetuosa con la uva, evitando el uso de aditivos, levaduras seleccionadas, clarificantes, estabilizantes o correcciones del sabor. Hablamos básicamente y en la mayoría de los casos, de mosto fermentado y directamente embotellado.

De hecho, la fermentación es espontánea, utilizando las levaduras autóctonas presentes en la propia uva, es una característica distintiva de los vinos naturales. Esta técnica permite que el vino exprese su carácter único y refleje las características del viñedo y la añada. El resultado es un vino auténtico, sin manipulaciones artificiales, puede presentar sedimentos o turbidez natural porque no se filtra, sino que decanta naturalmente dentro de los tanques de fermentación. Generalmente los vinos naturales suelen tener producciones artesanales que no suelen pasar de las 3.000 o 4.000 botellas al año, las suficientes para que el agricultor/productor pueda elaborarlo y vivir de ello. En los últimos años, este tipo de vino está revolucionando el sector mediante técnicas artesanales pero que producen vinos singulares, como los naranjas -blancos que se oxidan- o ancestrales -que carbonatan naturalmente, como el champagne-. En realidad, esta revolución en el mundo del vino se  asemeja al origen y crecimiento de la cerveza artesanal frente a la industrial, hace ya más de 20 años.

Un par de ejemplos de vino natural que puedes encontrar en nuestra cooperativa son:

 

Ejemplos de vinos de LA OSA
Ejemplos de vinos de LA OSA

Elegir el vino adecuado

La elección del tipo de vino ideal dependerá de las preferencias personales, la ocasión y el presupuesto. Sin embargo, es importante ser consciente de las diferencias entre estos tipos de producción y el impacto que generan no sólo en el paladar, sino en el contexto natural en el que se producen.

Además del tipo de producción, existen otras clasificaciones a tener en cuenta a la hora de elegir el vino: por ejemplo, las denominaciones de origen, que se vinculan a la región vitivinícola en la que se producen. Rioja y Ribera del Duero son las más famosas, pero te animamos a ir probando otras más pequeñas y menos notorias, pero igualmente ricas. Y si pueden ser más cercanas a nuestro supermercado ¡mejor! Tendrán menos huella asociada a su transporte.

Otra clasificación es la asociada a las cepas o tipo de uva. España tiene más de 100 cepas autóctonas que han ido adaptándose al clima y las tierras donde crecen. En nuestro lineal te aconsejamos probar:

Con el tiempo, se aprende a distinguir el tipo de cepa en el paladar.

De hecho, te animamos a que siempre que abras una botella -y des antes unos minutos para que el vino se oxigene-, te tomes un tiempo para olerlo y degustarlo con calma. En realidad es el clima, la fruta y la habilidad humana de todo un año dentro de una misma botella.

¡Y si todavía no formas parte de LA OSA, te puedes apuntar a una reunión de bienvenida: aqui! Encontrarás estos vinos y más variedades. 

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