La Osa

Me llamo Iván Mota, tengo 41 años y soy de Madrid. No tengo hijos, vivo con mi chica en Puerta del Ángel, aunque toda mi familia, por las dos partes, es de Cuenca, de pueblitos pequeños.
Estudié ingeniería agrícola, porque me gustaba mucho el campo y la tierra, aunque no he llegado a ejercer como tal, pero sí he trabajado toda mi vida en una empresa de medio ambiente, entonces lo de los productos ecológicos… En el campo no existe el producto ecológico, simplemente es producto, cuando tu familia te da huevos o tomates, depende de la temporada, pues eso es lo que buscaba yo aquí en Madrid, poder tener alimentos sanos, buenos, a lo que por suerte tenía el paladar acostumbrado (risas).

Dinos, ¿cómo fue el primer contacto con LA OSA? Cómo la conociste (si a través de un amigo, un vecino, una charla en 2D, en una feria…), pero sobre todo, ¿qué sentiste al conocer un proyecto como este? ¿Llevabas tiempo buscando algo parecido? ¿No sabías que algo así existía y lo descubriste en ese momento?
Buscando lo que he dicho antes, empecé a mirar en grupos de consumo por la zona donde vivo, pero no llegaban a convencerme del todo… Era lo de la tiendita de herbolarios que contactan con productores locales y de cercanía, pero no llegaba a convencerme ese modelo. Aunque sí que compro en un mercado que hacen en Puerta del Ángel, en la cámara agraria, pero eso es solo un fin de semana al mes, con lo que se me quedaba un poquito escaso, por eso buscaba algún grupo de consumo que cubriera mis necesidades de fruta y verdura.
En mi búsqueda, encontré 2Decologico, y cuando vine a la tienda, estaban Villa y Tomás… Yo me hice socio en el mismo momento que vine a informarme porque me convenció y me gustó mucho: la tienda, el buen rollo, el ambiente que había aquí, las explicaciones que me dieron…
Me hice socio de 2D y a las pocas semanas me hablaron de LA OSA y, evidentemente, me hizo un clic en la cabeza y dije, esto es lo que yo buscaba, lo que quería, no solo comprar la fruta y verdura, que está bien, ¿no?, pero todos los productos de consumo que necesitamos en el día a día pues, poderlos comprar, y sobre todo, poder formar parte de ello, ser cooperativista, ser dueño de tu consumo, de tu compra y de tus hábitos. Me hice socio de LA OSA en la presentación de Conde Duque.
Yo no sabía que existía algo así, no había visto el documental de Food Coop, pero a partir de ahí, empecé a informarme y cada vez que veía algo o leía algo, más convencido estaba de que tenía que formar parte de esto.

Cómo le explicarías a alguien que no conoce LA OSA cómo es su comunidad, las personas que la componen. ¿Qué valores sientes comunes a todos sus miembros? ¿Y qué valor es el más relevante para ti, o el que más valoras?
Son personas normales, corrientes, grandes, pequeñas, mayores, jóvenes, de todo tipo… no he visto un patrón común de tipo de persona. Sí que veo que, por lo menos en 2D, hay mucha gente del barrio (de Malasaña). Yo no tengo esa suerte y no conozco a tanta gente.
Como valores comunes, sí creo que la gente de aquí tenemos ganas de cambiar algunas cosas que no nos gustan. Tenemos en común el gusto por la alimentación sana, de calidad, responsable y consciente. Entonces, sí que veo que cada vez que entramos aquí y surge alguna charla, eso nos une.
También, el hecho de que cada uno ponga su tiempo para trabajar, y asumamos eso como algo normal, me parece muy chulo y también necesario, porque es una manera de ponernos todos en el mismo nivel, es algo que nos iguala a todos. ¡¡¡Eso también me mola!!!

Sobre el supermercado actual, 2D (que pronto será LA OSA), ¿qué sientes que ocurre aquí que nunca ocurriría en otro tipo de supermercado? (Por ejemplo, compartir recetas con un socio mientras espero a que me den mi cesta de la compra, o como hacen en Park Slope Food Coop, mientras espero la cola de la caja me reparten la newsletter en papel para que aproveche el tiempo).
Pues… cuando he venido aquí y Tomás, Villa y todos los demás, conocen a todo el mundo por su nombre, saben quién es cada uno, te saludan al entrar, te dan un abrazo, te echas una charla, te presentan a otros socios… Siempre surge alguna conversación, te cuentan la última novedad, la última mejora que tienen en la cabeza para LA OSA, o algún producto nuevo que viene… En el resto de tiendas a las que estamos acostumbrados, estamos como deshumanizados, somos un “monedero con patas”, es: trae tu dinero y toma tu producto, y ya está!!!. Aquí es todo lo contrario, echas el ratito y hay un buen rollo especial que me gustaría que siguiera y se hiciera más grande.

¿Cómo sueles participar en LA OSA / 2D? ¿En qué tareas te involucras? ¿Cuáles te gustan más y por qué? Cuéntanos, cómo es la experiencia de participar en un supermercado.
A ver, como todos, hago mis turnos de participación cuando toca, y en el futuro supermercado de LA OSA, estoy apuntado en la comisión de “Operaciones y obras”, pero aún no ha empezado a funcionar. Lo que sí he hecho, es como una especie de tarea comercial, a todos mis amigos y compañeros de trabajo, les tengo abrasados de darles la “chapa” con LA OSA (risas), y ya se han hecho socios entre ocho o diez…

Ah si???, qué bien!!!
Sí, sí, y yo creo que eso también es una labor importante, que, aunque no me lo había planteado así (risas) pues la he hecho y la sigo haciendo, pero claro, ya me van quedando menos personas! (risas) Y la experiencia de participar, a mí me gusta mucho que cuando te toca el turno, si no estás acostumbrado a ver cómo funciona una tienda desde dentro, ves cómo es el género, quien lo trae, cómo se trata el producto, cómo otro socio igual que tú te prepara la cesta igual que tú se la prepararas a otro, como si te la estuvieras preparando para ti mismo. Eso es una garantía de calidad, es bueno que sepamos cómo es el funcionamiento y ser consciente de lo bueno que es. ¡¡Creo que es algo muy bonito!!

No es nada común tener que desplazarse de barrio para hacer la compra. ¿Cómo vas a desplazarte desde tu casa hasta el nuevo supermercado en Tetuán? ¿Qué medio de transporte vas a escoger? ¿Cada cuánto vas a comprar? ¿Por qué a ti te compensa este ‘esfuerzo’ que otros ni siquiera se plantean?
Ya tengo que desplazarme hasta Noviciado, así que ya lo tengo asumido. Iré probando qué medio de transporte me va mejor hasta Tetuán.
Aunque sí tenía pensado, que cuando me toque hacer el turno de trabajo, ir en transporte público y luego volver con la compra en coche de alquiler eléctrico, porque por suerte, en mi barrio ya operan las dos empresas que funcionan en Madrid, aunque tengo coche propio, pero al ser aquello zona verde o azul, es complicado estar varias horas. Para hacer una compra puntual, no habría problema, pero cuando haya que
estar más de tres horas, o me apetezca estar allí, porque seguramente me apetecerá estar más tiempo (risas) pues no tener que estar pendiente del ticket. También me planteo ir en bici, o en moto, ya veremos…
También tengo que cambiar mi forma de comprar, porque ahora si me hace falta algo, bajo y lo compro en el súper de al lado. Supongo que tendré que hacer una comprita semanal grande… al ser dos en casa, ya iremos viendo cómo nos organizamos.

Y, por qué a ti te compensa este esfuerzo?
Pues… no lo sé. Supongo que me compensará (risas) porque…

…ahora ya te está compensando, no? Ya te desplazas para venir a comprar…
¡Claro, claro! Ya me genera una satisfacción venir aquí a comprar comida buena, llevármela a casa con ilusión, con alegría de tener un producto bueno, y a veces algún producto nuevo que no conozco, y supongo que me compensará, y sobre todo porque todos los que estamos metidos en este proyecto queremos cambiar un poco el chip y los hábitos de consumo. Y yo creo que sí, que nos compensará a todos.

¿Cómo definirías la palabra cooperación? ¿Qué implica ser parte de un proyecto cooperativo? ¿Con qué términos, acciones, valores lo asocias?
Trabajo entre un grupo de personas para obtener un objetivo común. Esa sería la definición más de diccionario… Pero yo a esto, yo le veo un punto de rebeldía…
Por ejemplo, hace siete años me enteré de un proyecto cooperativo de electricidad que estaba en Reino Unido. Me interesé por él, y me dijeron que en Cataluña ya había uno, “Som Energía”. Desde ese mismo momento, dije, tengo que formar parte de esto, simplemente porque no me gusta el modelo de concentración de recursos, de poder y de dinero en unos pocos. Éste es el caso paradigmático, el de la electricidad, y yo no quiero que mi dinero alimente más ese oligopolio, por eso me hice socio cooperativista y vi que eso funcionaba muy bien y que eso se puede trasladar a cualquier otro aspecto de la vida.
Por eso lo relaciono con un poquito de rebeldía, o de inconformismo. Creo que todos somos conscientes de cómo está el mundo en el aspecto ambiental, económico, social…, todos esos problemas que sabemos que están ahí. Pero creo que no basta sólo con saberlo y con quejarte. Hay que actuar, tener pequeños gestos cotidianos en los hábitos de consumo, de alimentación o de cómo te transportas por la ciudad. Con eso, ya estás cambiando ese modelo que no te gusta.
Yo creo que tienes que posicionarte y ser parte de la solución o parte del problema; y creo que cuando tú te asocias con otras personas para hacer algo, ya estás siendo parte de la solución.

Si tuvieras que definir la experiencia LA OSA en un titular, ¿cuál sería?
Un titular que me gustaría leer en el periódico es: “Madrid se prepara para el abrazo de LA OSA” (risas).

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