Hola, ¿qué tal?
De nuevo nos preparamos para afrontar esas fechas del año, esos días en los que sentimientos encontrados acuden a nuestra mente. Alegría y tristeza son parte de la Navidad como la opulencia y la miseria lo son en las calles de nuestra ciudad, a veces con tan solo unos pasos entre la una y la otra.
Irremediablemente se acerca el momento de echar la vista atrás y recapacitar sobre ese año que se acerca a su fin, recordar tiempos mejores, tiempos peores, añorar a los que ya no están a nuestro lado y celebrar el poder seguir compartiendo momentos inolvidables con aquellas personas que hoy forman parte de nuestra vida… (tintineo de cascabeles, olor a castañas asadas y el frío que cala los huesos y hiela el aliento).
¿Ha sucedido alguna cosa en estos doce meses que creas que puede ayudar a mejorar la forma en que sientes que te relacionas con tu entorno?
Seguramente nos has visto estos días de atrás en alguna de nuestras apariciones estelares. ¡Se nos están rifando! Y no hay televisión que no nos quiera para su espacio noticiario. RTVE, Antena 3… ¿qué será lo siguiente? Damos bien ante la cámara, somos fotogénicas, pero principalmente, somos auténticas. Somos lo que ves, ese grupo de compañeras ciudadanas que trabaja con ilusión por hacer realidad su fantasía solidaria.
En estos momentos estamos muy cerca de alcanzar ya las setecientas personas cooperativistas que nos darán acceso a los fondos de la banca ética para comenzar con las obras de nuestro supermercado. Setecientas personas que formamos parte de un proyecto que pretende ser el punto de partida hacia una nueva conciencia de consumo. Una comunidad que mira al futuro con ilusión, esperanza y sobre todo con muchas ganas de pelear contra la inercia consumista y las imposiciones del mercado. Somos una pequeña resistencia que sueña con poder consumir con alma.
Porque creemos que el futuro del planeta pasa necesariamente por la adquisición de un compromiso con su cuidado.
Y ese compromiso debe asumirse en nuestro día a día. En las cosas más sencillas, y que sin un gran esfuerzo por nuestra parte ayudan a modificar el funcionamiento de los engranajes de esta maquinaria de la que formamos parte. Porque la forma en que decidimos comprar ayuda a mejorar la forma en que se producen los bienes, los recursos que se ponen en juego en su producción (o empaquetado), el trato a quienes participan en esa producción y a quién o qué beneficiamos con nuestro consumo. Son pequeños gestos que apenas percibimos pero que cambian muchas cosas. Como un efecto mariposa queremos que ese pequeño gesto se convierta en una ayuda a los que hoy sufren, ayudando a transformar el futuro del planeta que habitamos.
¡Y es que hay pequeñas acciones que pueden ayudar a cambiar el mundo sin apenas darnos cuenta!
Pero no me puedo despedir sin recordar a todas que el crowdfunding de LA OSA sigue abierto.
Que además de haciéndoos cooperativistas tenéis esta otra vía de aportar vuestro apoyo a LA OSA.
¡Gracias por ser parte del proyecto!
LA OSA es Tu Supermercado Cooperativo de Madrid.
Buenos productos. Buenos precios. Buena gente.