La Osa

Me llamo Odile, tengo 65 años, soy franco-española y llevo más de 35 años en España. Trabajo para el Ministerio de Cultura, en un teatro nacional.

¿Y, vives sola o con tu familia?
Vivo…(risas), depende de los días (risas), es decir que, oficialmente, se supone que vivo sola pero tengo familia aquí y esta familia está muy a menudo en casa; luego tengo a bastante gente, amigos que son como familia que viven fuera pero vienen mucho a Madrid y vienen mucho a mi casa. Entonces, no estoy muy sola, puedo estar sola como podemos estar varias personas (risas).

Dinos, ¿cómo fue el primer contacto con LA OSA? Cómo la conociste (si a través de un amigo, un vecino, una charla en 2D, en una feria…), pero sobre todo, ¿qué sentiste al conocer un proyecto como este? ¿Llevabas tiempo buscando algo parecido? ¿No sabías que algo así existía y lo descubriste en ese momento?
Yo sí que tenía una idea muy concreta. El verano pasado decidí buscar un grupo de consumo, que se lo que son aquí y lo que son en Francia porque estuve en grupos de consumo allí cuando tenía 20 años, y es un tema muy desarrollado en Francia aunque lo conozco de aquí también. Lo llevaba pensando años pero por pereza no hacía nada, y el verano pasado me dije — esto no puede seguir así—, y como por mi barrio las pequeñas tiendas de proximidad están desapareciendo, estamos invadidos por grandes cadenas de supermercados que ya no se llaman supermercados, qué vulgar, ahora se llaman market (risas)… Y entonces dije — no, no, ha llegado el momento de hacer algo— y busqué en internet grupos de consumo en mi barrio, Malasaña, y enseguida encontré esto que es fantástico porque está al lado de casa.
Entonces vine y estaban aquí Tomás y Villa y me explicaron cual era el proyecto y dije —pero si es exactamente lo que estoy buscando—, era incluso más de lo que esperaba, con lo cual me apunté enseguida y salí de aquí feliz; y aquí sigo después de 1 año o más.

Cómo le explicarías a alguien que no conoce LA OSA cómo es su comunidad, las personas que la componen. ¿Qué valores sientes comunes a todos sus miembros? ¿Y qué valor es el más relevante para ti, o el que más valoras?
Hum…pues LA OSA para mí es una comunidad, exacto, es una comunidad de personas muy variadas, esto es lo interesante que no todo el mundo sea del mismo estilo…es verdad que tal vez predomina una clase, alguna franja de edad o un tipo de gente, pero también me he encontrado con gente absolutamente diversa.
Y es una comunidad unida por las mismas preocupaciones: lo fundamental es comer bien y no demasiado caro, pero detrás de todo esto hay una preocupación por la alimentación y de dónde viene lo que compramos y lo que comemos, con lo cual hay una actitud política, aunque no todo el mundo la tiene. Y luego, es una comunidad de intercambios, es decir, que hay una serie de actividades paralelas al mero hecho de venir aquí a comprar o a echar un cable en la tienda, si no que hay un intercambio de recetas, hay conferencias, hay charlas, hay… Es una comunidad y esto me parece muy bonito, pertenecer a una comunidad que además te simplifica la vida o te soluciona algo que para ti es importante.

Sobre el supermercado actual, 2D (que pronto será LA OSA), ¿qué sientes que ocurre aquí que nunca ocurriría en otro tipo de supermercado? (Por ejemplo, compartir recetas con un socio mientras espero a que me den mi cesta de la compra, o como hacen en Park Slope Food Coop, mientras espero la cola de la caja me reparten la newsletter en papel para que aproveche el tiempo).
Pues más o menos lo que acabo de decir….no sé, hay una cosa que me prometí que no iba a decir y que voy a intentar no decirlo (risas).
Yo, cuando llegue aquí, cuando empecé a buscar grupos de consumo y a informarme sobre otras maneras de consumir lo que como todos los días, los productos de limpieza, en fin, todo…había decidido boicotear a una serie de cadenas de supermercados (risas), que no lo consigo, claro, porque los tengo en cada esquina. Pero no me parece normal, me parece muy injusto, muy preocupante de cara al futuro, cada vez más preocupante, como todo está copado por grandes empresas internacionales. Yo vivo en Malasaña y en mi barrio, tiendas de fruta y verdura (que conozco y que sigan) quedan dos en todo el barrio; carnicerías no hay; pescaderías quedan dos…casi todas las tiendas de alimentación han desaparecido en muy poco tiempo.
Entonces, aquí [2D/LA OSA], se recupera lo de la tienda de alimentación, digamos, pero lo importante es que aquí tenemos la capacidad de participar, es decir, decidir qué vamos a comprar y qué vamos a comer. A partir del momento en el que entras a formar parte de la comunidad, puedes hablar sobre productores, de dónde viene tal y tal producto, por qué no traemos a la tienda otro tipo de producto, dónde lo podemos conseguir, etcétera, etcétera.
Y hay una actitud activa que me parece muy interesante y muy bonita, y creo que es mucho más fácil de lo que a priori parece…tener este tipo de control sobre los productos que compras a diario.

me parece muy interesante lo de la actitud activa, como valor…
Exacto, me parece fundamental. A mí, de hecho, el venir aquí – que últimamente estaba cada vez más vaga (risas) porque estoy cansada de guisar, muy cansada de hacer comidas (soy cada vez más vaga, se ve que la jubilación se acerca (risas)– el venir aquí me ha cambiado todo. Sigo igual de vaga pero he vuelto a valorar lo que compro…la manzanita, el puerro, que no se me estropee…es decir, ha cambiado mi relación con la comida otra vez y esto me parece muy bonito, es decir, que con la comida, la fruta y la verdura sobre todo, he vuelto a tener cuidado, que de alguna manera había perdido….y es una actitud que tenían mis padres y que yo tenía cuando era más joven; la sociedad ha cambiado mucho y antes teníamos muchísimo más cuidado y procurábamos no tirar nada. He vuelto a esto y me parece muy bueno y muy positivo.

¿Cómo sueles participar en LA OSA / 2D? ¿En qué tareas te involucras? ¿Cuáles te gustan más y por qué? Cuéntanos, cómo es la experiencia de participar en un supermercado.
Pues de momento, la verdad, no hago nada, hago muy poco: eso sí, quiero hacer más (risas), o sea, que estoy muy dispuesta. Yo trabajo y tengo unos horarios un poco complicados. Suelo venir los sábados por la mañana, echo una mano en la tienda y también he hablado con el equipo para ver si puedo hacer cualquier otra cosa, es decir, incluso doblar folletos o cualquier actividad, no me importa…
De momento esta es mi participación, pero también me he apuntado a una comisión en la que vamos a empezar a trabajar muy, muy a fondo, muy, muy en serio dentro de poco, que es la comisión de compras, que es un tema que me gusta mucho.

No es nada común tener que desplazarse de barrio para hacer la compra. ¿Cómo vas a desplazarte desde tu casa hasta el nuevo supermercado en Tetuán? ¿Qué medio de transporte vas a escoger? ¿Cada cuánto vas a comprar? ¿Por qué a ti te compensa este ‘esfuerzo’ que otros ni siquiera se plantean?
Bueno, pues como hago la compra, yo soy de lo más caótico y desorganizado que te puedas imaginar, porque me gusta hacerlo así…yo he vivido con un marido, en pareja, casada durante muchos años y ahí teníamos una pelea. Por ejemplo, él era de cada equis tiempo ir a hacer la compra a un hipermercado, una compra grande, etcétera, y yo peleaba porque prefería ir al mercado, a la plaza que teníamos cerca de casa y a las tiendas del barrio. Entonces hicimos un estudio (risas) y salió que yo tenía razón… que no faltaba nada en casa y que con mi manera de hacerlo gastábamos mucho menos.

(Risas) qué curioso, se suele pensar que es lo contrario.

Se piensa lo contrario, pero con las ofertas tan estupendas comprábamos muchas cosas que no necesitábamos… Con lo cual ahora no estoy nada organizada, voy a comprar en función de lo que necesito. También, pues tengo ingresos que no me permiten hacer grandes… no me puedo salir mucho de mi presupuesto.
Con LA OSA se me trastorna todo, es decir, que me supone cambiar completamente esta manera de ser. Y no me importa. ¿Por qué no me importa? Porque es una cooperativa, mi cooperativa; soy socia cooperativista, con lo cual el supermercado es nuestro y, todavía poco, pero cada vez vamos a tener una participación más activa, y esto lo cambia todo.
La idea que tengo es ir una vez a la semana, probablemente los sábados, que es el día que tengo libre, y hacer la compra para toda la semana. Es un poco la línea de lo que estoy haciendo ahora con el grupo de consumo, una vez a la semana…pero me cuesta muchísimo organizarme, mucho (risas).

Sí, eso va a ser un reto para todos (risas).
Y para ir hasta LA OSA iré en metro; lo cogeré en Tribunal, que están construyendo un ascensor, con lo cual, fabuloso, e iré desde el ascensor de Tribunal hasta Plaza de Castilla, que tiene ascensores también.
De alguna manera, detrás de todo esto, está el hecho de que a mí hacer la compra me aburre muchísimo, detesto comprar, pero no solo la comida, la ropa también (risas); irme de tiendas nunca me ha gustado. Pero con el hecho de participar en una cooperativa revalorizo todo esto porque lo vivo de otra manera; es decir, que lo de ir a la compra deja de ser completamente anodino porque me voy a fijar en cómo va el supermercado, voy a trabajar allí, porque no piensas solamente en ti, que es lo que decía antes, tienes otro ojo, llegas allí y te encuentras con gente que también es socia como tú, gente con la que compartes una serie de ideales y compromisos. Entonces, lo cambia todo, es otro tipo de relación. Entre esto o irme al Carrefour o al Mercadona no tiene absolutamente nada que ver, y esto me parece muy bonito.

¿Cómo definirías la palabra cooperación? ¿Qué implica ser parte de un proyecto cooperativo? ¿Con qué términos, acciones, valores lo asocias?
Pues no sé…no sé qué decir, si te digo la verdad. ¿Con qué valores? A mí las grandes palabras, no es lo mío… Para mí lo que tiene mucho valor es recuperar cierto control sobre lo que compramos, no tener una actitud pasiva, como he dicho antes, compartir algo con una comunidad de gente…Es nuestro, es nuestra cooperativa, nuestro supermercado, y esto lo cambia mucho y te obliga a cuidarlo mucho más. Y por lo que he visto en el año que llevo aquí es un cambio de actitud positiva en tu vida cotidiana, es otra relación con lo que compras, se consume de otra manera, más lúcida, mucho más consciente y no, no es tanto trabajo. Y hay gente muy diversa, no todo el mundo tiene un planteamiento político. Por ejemplo, el otro día se hizo socia una señora que vino a la tienda y que lo que quería es comer bien por poco dinero, y esto es muy importante, el hecho de que con esta cooperación vamos a poder abaratar precios, algo fundamental, más teniendo en cuenta que vamos a estar en La Ventilla y que necesitamos implantarnos en el barrio, que es diferente de Malasaña, con otro tipo de gente y hay que pensar en ellos; esto es muy interesante, implantar el supermercado en el entorno en el que está.

Volver arriba