Hola a todas,
Se vienen cambios. Comienza el calor, la desescalada, la primavera. La vegetación es, o nos parece, más exuberante, el aíre más limpio y fácil de respirar. Volvemos a la calle, aunque solo sea por un breve espacio de tiempo, se suaviza el confinamiento y sentimos que se abre una vía a la esperanza. Hemos vuelto a salir, a pasear, a correr, a disfrutar del sol. Sentimos que esto es el comienzo de algo nuevo.
Se vienen cambios, también más allá del final de esta crisis, y es momento de prepararnos para reafirmar nuestras necesidades.
Seguimos necesitando una reorientación en nuestra deriva, una nueva guía. No debemos dejar que nuestro camino continúe dictado exclusivamente por el poder del dinero. Debemos exigir que se empiece a dar la importancia que merece a las relaciones personales, al apoyo mutuo, a la solidaridad, a la economía social. Que proyectos más humanos, como este, obtengan la relevancia que necesitan para sobrevivir. No podemos consentir que el mercado sea el único valor que importa. Necesitamos dotar a nuestras relaciones de unos valores más humanos.
Seguimos empeñados en representar una alternativa a los modelos de consumo planteados por las grandes cadenas de alimentación.
La crisis no nos ha debilitado, al contrario, nos ha reafirmado en nuestras creencias. Este mundo sólo se salva si trabajamos juntos. Si comenzamos a acompañar nuestras ideas de acciones, por pequeñas que sean. Pequeños actos ayudan a forjar grandes cambios. Esa es la intención de proyectos como La Osa, la ilusión que nos hace seguir adelante, poner al alcance de todos una alternativa de consumo para nos impulse hacia la sociedad que queremos construir.
El virus, una vez ha sido superado, genera una inmunidad en el organismo al que ataca. Esa inmunidad hace al organismo más fuerte ante nuevos ataques.
Así, unidos, podemos superar nuestras flaquezas. Hemos visto como las redes solidarias han ayudado a muchas personas en situación de vulnerabilidad, que construir barrio funciona. Hemos visto que cuando queremos podemos superar las dificultades, y para ello hemos sido capaces de crear lazos, trenzar cuerdas, tirar líneas de vida y forjar redes que han impedido que nadie se quede atrás. Ahora no es momento de aflojar, sino de reforzar esas redes porque nos vamos a enfrentar a una nueva realidad que promete ser dura.
Se vienen tiempos de cambio, y va a ser necesario que no nos despistemos, porque solo conseguiremos atravesar la tormenta si permanecemos unidos.
La Osa es un movimiento por un futuro coherente y sostenible con las personas y con su entorno.